Cuando terminé la Saga Valeria nunca
pensé que nuestra Beta Coqueta que pudiera superarlo. No me entendáis mal,
Valeria es Valeria y siempre tendrá un huequito dentro de mi recuerdo. Amé, amo
y amaré a todos y cada uno de sus personajes (incluso a Adrián que era un
capullo integral). Pero ahora ha llegado El Universo Silvia y se ha hecho otro
huequito justo al lado. Porque en realidad todas somos Valeria o Silvia, Lola o
Bea; o todos son Victor o Gabriel, Bruno o Alvaro… Porque, si algo consigue
Elisabet con su forma de escribir es que nos sentamos identificadas con todas y
cada una de esas personillas que forman parte de sus grandes obras de arte,
porque no puedo definir sus libros como otra cosa. Obras de arte con las que me
siento tan identificada que a veces pienso que esta chica me ha estado espiando
por una mirilla o puesto cámaras en cada rincón de mi vida en plan El Show de
Truman.
Os confieso que, sin duda, con la que más me siento identificada es con Silvia
y todo su universo. Porque, por suerte o por desgracia, he vivido muchas de las
situaciones y sentido muchas de las emociones que se dan en los dos libros.
Sé lo que es pensar que quizás
has querido a alguien demasiado, sin pararte a pensar si te hace bien o mal. Sé
lo que es sentirse totalmente dependiente de una persona y que esa persona haga
más caso a lo que dice otra persona de ti que lo que ve con sus propios ojos.
Sé lo que es creer que puedes morir porque esa persona a la que has querido
tanto, con la que tantos planes has hecho ahora está con otra. Sé lo que es
pedirle a alguien que te quiera y sentir que es lo único que necesitas para
poder seguir respirando. Sé lo que se siente al descubrir que no bastó con
quereros. Sé lo que se siente al darte cuenta que te estás auto
destruyendo y que está desapareciendo poco a poco eso que un día
fuiste, y creer que no mereces que te ayuden.
Algunos diréis que me he puesto
muy melodramática y que solo me identifico con Silvia en las cosas chungas,
pero es que también soy muy Drama Queen como ella. Pero tranquilos que
también hay cosas buenas.
Saber que tienes una amiga la
cual te quiere tanto que aunque sepa que lo va a pasar mal si te vas lejos y
que te echará de menos bastante a menudo, te animaría a que te fueras, porque
sabe que lo mejor para ti es estar lejos de donde estás, eso es una sensación
que todos deberíamos sentir. Yo afortunadamente la siento, tengo a mis Beas
particulares (Beatriz, Ana, Carmen… Os quiero aunque no os lo diga mucho).
Adorar
el cuerpo sobretatuado de un hombre (sobre todo el de Adam Levine, en eso soy
más Bea). Tatuarte el nombre de la persona a la que quieres y no arrepentirte
de ello. Llevar el mismo tatuaje que dos de las personas más importantes de tu
vida. ¿Os habéis dado cuenta que me gustan los tatuajes?
Y no me gusta el Universo
Silvia solo por estas cosas con las que tan identificada me siento. Me gusta
porque la forma en la que escribe Elisabet es tan cercana, que aunque no hayas
vivido una situación o sentido una sensación, ella consigue que sepas de que
va. En cada escena que lees, tu mente puede correr a mil por hora visualizando
cada detalle, cada gesto, tanto que a veces llegas a sentirlo. Cuando coges un
libro y sientes ese pellizco en la garganta o en la boca del estómago, porque
cuando el personaje llora tú lloras, cuando se ríe te ríes, eso es lo que ella
(con Silvia o con Valeria) consigue. Y es eso lo que te hace leer capítulo tras
capítulo de sus novelas.
Ojalá algún día las palabras
que salgan de mis dedos sean tan buenas y sepan llegar a donde llegan las de
ella, aunque me queda mucho que aprender.
En
definitiva, lo que he querido decir con todo este rollazo tan trascendental que
os he soltado, es que si queréis saber lo que es estar enganchado a algo, a
algo sano, tenéis que leer sus libros.
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la pena.
SAGA
VALERIA
UNIVERSO
SILVIA